Plaza de toros de Borox (Toledo). Corrida mixta. Dos tercios de entrada. Dos toros de Alcurrucén (1º y 3º) y uno de El Cortijillo (5º) y tres novillos también con el hierro de Alcurrucén. Entre los toros el mejor el 5º y de los novillos ha destacado el 4º, por exigente.
Álvaro Lorenzo (Grosella y oro): Ovación, Aplausos tras dos avisos y 2 orejas.
El novillero Tomás Rufo: 1 oreja, 1 oreja y 1 oreja.
Si las espadas hubieran viajado más certeras esta tarde en Borox, sin duda, que el número de orejas cortadas hubiese sido mayor. Pero por encima del balance numérico del festejo, las sensaciones que han dejado ambos toreros han sido realmente extraordinarias. Uno, Álvaro Lorenzo, el de estar en plenitud y viéndolo muy claro delante de los animales, y otro, Tomás Rufo, a las puertas de la alternativa, de encontrarse preparado absolutamente para dar ese salto tan importante, algo que sucederá el próximo día 11 de septiembre en Valladolid.
Los dos primeros toros del lote de Álvaro Lorenzo han sido nobles pero faltos de celo en los trastos, viniéndose a menos en el tercio final. Templado, seguro y por encima de ellos ha estado el diestro de Toledo, poniendo la entrega que le ha faltado a sus antagonistas. El desacierto con los aceros le ha impedido en ambos casos, sumar algún trofeo.
El quinto sí que ha sacado un gran fondo en la faena de muleta de Álvaro Lorenzo, quien ha estado con enorme disposición y raza, pasándose al toro muy cerca, como ha ocurrido en un ajustadísmo quite por saltilleras. Comienza su labor con la franela de rodillas, buscando siempre reunirse con la embestida del animal de El Cortijillo. Encajado, con mucha verdad y expresión ha toreado Álvaro Lorenzo a «Pintamonas», consiguiendo correr la mano casi al ralentí en algunos de los naturales, que han tenido la virtud de saber esperar al toro a que éste decidiera meter la cara en el engaño, dándole sus pausas y sus tiempos. En el tramo final del trasteo, se mete entre los pitones, cerrando por bernadinas, en este caso, sin la ayuda de la espada. Culmina su obra con una gran estocada y pasea las dos orejas.
Tomás Rufo no se ha quedado atrás, antes al contrario, dando réplica a base de buen toreo a Álvaro Lorenzo. Magnífico saludo por verónicas del novillero de Pepino al segundo de la función, meciendo el capote con ritmo y compás. Muy templado ha sido también el quite por chicuelinas ejecutado por Tomás Rufo después del paso por el caballo del utrero de Alcurrucén. Comienza la faena de hinojos, dejándole la muleta puesta en la cara para provocar que el novillo la siguiera y que no se marchara a tablas, como posteriormente sí que hizo. Los momentos estelares del trasteo han llegado al manejar la mano zurda, logrando naturales de un trazo extraordinario. Pinchazo y buena estocada. Una oreja.
El cuarto ha sido un novillo exigente, que ha respondido mejor cuando el torero lo ha sometido por abajo. Faena de mando, poder e inteligencia de Tomás Rufo, que remata de pinchazo y estocada algo caída. Un apéndice.
Una oreja más ha cortado Tomás Rufo tras pasaportar al sexto de la tarde, al que ha saludado en el tercio con una larga cambiada. Astado noble pero soso y a menos, brillando una vez más el toreo por naturales de Tomás Rufo en la faena de muleta. Cierra ésta con unas ajustadas manoletinas. Espadazo arriba.
Fenomenal labor la llevada a cabo por los hombres de plata durante toda la corrida, mencionando a la hora de la lidia a Andrés Revuelta, en el primero; Antonio Chacón, en el segundo; Rafael González, en el cuarto; y José Ignacio Rodríguez «El Puchi», en el quinto. Con las banderillas, resaltar a Antonio Chacón y a Fernando Sánchez, en el sexto.
Álvaro Lorenzo y Tomás Rufo han salido a hombros a la finalización de la corrida.
Foto: Prensa Álvaro Lorenzo