58 Años se cumplen hoy, 16 de diciembre, de la confirmación de alternativa de Paco Camino en la Monumental de México.
La corrida reunía múltiples y variados alicientes para atraer a la afición capitalina, una ganadería de prestigio junto a una terna de espadas de primer nivel para abrir la Temporada Grande de 1962. El encierro de José Julián Llaguno tenía gran seriedad y trapío, llamando la atención por ello en los corrales. Antonio Velázquez y Humberto Moro alternaron aquel día en el Coso de Insurgentes con Paco Camino, que ya había obtenido destacados triunfos en la plaza del Toreo de Cuatro Caminos.
Cuando los tres matadores pisaron el ruedo, los tendidos de La México estaban repletos de espectadores. El toro de la confirmación del diestro sevillano atendía por «Recuerdo», era negro zaíno de capa y lucía una imponente cornamenta. Tanto en el saludo inicial como posteriormente en quites, Paco Camino manejó el capote con temple y mando a la vez, imponiéndose a la embestida de su enemigo. El animal de José Julián Llaguno sacó complicaciones en el último tercio, acrecentadas además por el escaso castigo recibido en varas. Hasta dos veces fue cogido el torero de Camas, que cuajó una faena sobresaliente con ambas manos, en la que el valor y la decisión en el planteamiento de la misma resultaron claves para lograr el éxito. Pese a estar herido, no se marchó a la enfermería hasta finiquitar al astado. El juez de plaza, Licenciado Pérez Verdía, otorgó una oreja a Paco Camino, que fue protestada por algún sector del público.
El matador hispalense no pudo salir a lidiar a su segundo toro. Presentaba un puntazo en el glúteo y una cornada de 12 centímetros en la axila izquierda, además de los consabidos golpes y magulladuras.
No fue el de Paco Camino el único percance del festejo, ya que su padrino de confirmación, Antonio Velázquez, también fue cogido. En este caso, sufrió una luxación en el brazo izquierdo. Dadas las circunstancias, Humberto Moro tuvo que despachar a los restantes ejemplares de José Julián Llaguno. Voluntad y disposición mostró el diestro, que al término de la corrida fue ovacionado por el respetable.
Aunque el debut de Paco Camino en la Monumental de México fue un tanto amargo a causa de la cornada inferida por «Recuerdo», la trayectoria del torero sevillano en el país azteca cabe calificarla de magnífica, convirtiéndose en uno de los espadas consentidos de la afición, que siempre le ha profesado gran respeto y admiración por la entrega sin límites exhibida en todos los cosos mexicanos.
Imagen: Tendido Cero – TVE