Plaza de toros de Valdepeñas (Ciudad Real). Media entrada. Ejemplares de la ganadería de Conde de Mayalde, serios y con mucho trapío, muy por encima de lo habitual en cosos de tercera categoría. Manejables en conjunto, el 2º, «Jibelino», nº 23, de pelo castaño y nacido en agosto de 2015 ha sido premiado con la vuelta al ruedo y el 6º, «Chorlito», nº 8, también de capa castaña, nacido en septiembre de 2015, ha sido indultado.
Eugenio de Mora (Coral y oro): Ovación y 1 oreja.
Gómez del Pilar (Azul turquesa y oro): 2 orejas y 1 oreja con petición de la segunda tras aviso.
Joaquín Galdós (Caña y oro con los remates negros): Ovación y 2 orejas simbólicas.
Se ha guardado un minuto de silencio al terminar el paseíllo en recuerdo de los fallecidos en esta pandemia.
Tarde de gran toreo y de las que hacen afición, sin duda, la vivida hoy en la plaza machega de Valdepeñas, con una corrida muy seria, tanto de presentación como de comportamiento, de Conde de Mayalde y una terna de espadas muy entregada y dispuesta.
Aunque todo el encierro ha ofrecido posibilidades de triunfo, en mayor o menor medida, el premio gordo ha llegado en sexto lugar. Un astado que ha roto en la faena de muleta de Joaquín Galdós, con bravura y transmisión, empujando siempre la muleta hacia adelante y con gran duración. Joaquín Galdós ha sabido estar a su altura, con tandas de siete y ocho muletazos, abrochados siempre con el de pecho, obligando al animal por abajo y éste respondiendo. Muy despacio ha toreado por momentos el diestro peruano, gustándose y descolgándose de hombros, a placer. Al cuadrar a «Chorlito» para entrar a matar, el público ha comenzado a solicitar el indulto para el ejemplar del Conde de Mayalde. Galdós ha proseguido durante unos minutos más su trasteo muleteril y el toro embistiendo con la misma prontitud y bravura que al inicio del mismo. Por fin, ha aparecido el pañuelo naranja en el palco presidencial, regresando a los corrales el encastado «Chorlito». Joaquín Galdós ha sido premiado con las dos orejas simbólicas.
El tercero de la suelta ha sido el cornúpeta más deslucido del sexteto. Escasa raza la del animal, que ha llegado al tercio final con mucha sosería. Frente a él, Joaquín Galdós le ha extraído con paciencia algunos muletazos de buen trazo. Pinchazo y media estocada bien colocada. Ovación.
Momento dulce el que atraviesa Gómez del Pilar, reflejado una tarde más en el ruedo, hoy en el coso de Valdepeñas. De hinojos con una larga cambiada ha saludado el torero al segundo de la función, rematándolo de forma garbosa con el percal. El toro de Conde de Mayalde ha tenido, sobre todo, clase y calidad. Gómez del Pilar ha cuajado una faena rotunda, la de un torero en sazón, fluyendo su toreo de manera natural y sin forzamientos. Labor importante de Gómez del Pilar, que ha ejecutado varias series de muletazos al natural con la mano derecha, buscando el ajuste con la embestida de «Jibelino». Concluye con una ceñidas manoletinas. Estocada arriba. Dos orejas y vuelta al ruedo para el toro.
El quinto ha hecho cosas extrañas en los primeros tercios de la lidia, metiéndose por dentro tanto en el capote de los banderilleros como al propio matador. Poco le ha importado eso a Gómez del Pilar que, sin probaturas y sin pensarlo dos veces, ha iniciado su faena con unos poderosos doblones por bajo, que tuvieron continuidad en unos derechazos de rodillas. Los tendidos de la plaza de Valdepeñas echaban humo. Toro encastado y nada fácil al que puede con autoridad Gómez del Pilar, muy firme y asentado. Al avanzar la faena, se va aburriendo el burel de Conde de Mayalde, saliendo con la cara más alta. Gran estocada y dos golpes de verduguillo. Una oreja con petición de la segunda tras aviso.
El primer astado de la tarde ha tenido mucho temple y recorrido en los primeros tercios, si bien después en la muleta ha ido a menos. Eugenio de Mora le ha hilvanado una labor técnica y de gran oficio, de torero experimentado, tratando de alargar el viaje del toro. Ha necesitado de tres intentos con el estoque de acero, perdiendo por ello el posible premio. Ovación.
Sí que ha paseado una oreja Eugenio de Mora tras pasaportar al cuarto. El cornúpeta ha sido noble pero con falta de empuje. Mucho temple ha imprimido el diestro toledano en el trasteo con la pañosa, atacando más a su oponente en las tandas postreras para conectar más con los tendidos. Estocada algo tendida. Un apéndice.
En los hombres de plata resaltar a Fernando Téllez (Eugenio de Mora) en la lidia del cuarto y a Juan Carlos Ruiz (Eugenio de Mora) al parear a ese mismo toro, desmonterándose, del mismo modo que lo han hecho Rafael González y Manuel Macías (Gómez del Pilar) ante segundo y quinto, respectivamente.
Los tres toreros han abandonado a pie la plaza de Valdepeñas.
Imágenes: CMMedia