Plaza de toros de Casarrubios del Monte (Toledo). Media entrada. Ejemplares de Brígida Díaz Guerra (1º, 2º, 3º y 4º) y Mariano de León (5º y 6º). Han sobresalido el 4º y el 6º, el resto han sacado complicaciones en mayor o menor medida.
Manuel Escribano (Gris plomo y oro): 1 oreja y 2 orejas.
Sergio Serrano (Blanco y oro): 1 oreja y 1 oreja.
Francisco José Espada, que sustituía a Fernando Adrián (Coral y oro): 1 oreja con petición y 1 oreja.
El primer aspecto a reseñar es la seriedad, tanto de presentación como de comportamiento, de los animales que han salido por chiqueros en el día de hoy en Casarrubios del Monte. Seriedad y exigencia a la que han respondido los toreros con una disposición y entrega absoluta, llegando incluso a ser volteados tanto Sergio Serrano como Francisco José Espada.
El primero de la tarde ha sido un astado exigente y falto de entrega, que se defendía y protestaba cuando el matador lo dominaba. Muy firme y con oficio Manuel Escribano, que ha solventado la papeleta con suficiencia. Sensacional estocada del diestro sevillano. Una oreja.
El cuarto ha tenido más nobleza y calidad, si bien se ha venido algo a menos al final de la faena de muleta. Manuel Escribano lo ha toreado de manera muy templada, con gusto y estética, buscando encontrar sensaciones interiores de cara a los próximos compromisos. Concluye su labor con unas ceñidas manoletinas. Espadazo a ley. Dos orejas.
De poderoso cabe calificar el saludo con el capote de Sergio Serrano al segundo de la suelta. Este cornúpeta ha presentado también bastantes dificultades en los engaños, derrotando y con aspereza en su embestida. Firme, entregado y seguro Sergio Serrano, que ha estado siempre muy bien colocado frente a su oponente y que se ha pasado muy cerca sus pitones. Estocada arriba. Una oreja.
El quinto tampoco ha sido sencillo de conducir hacia adelante, antes al contrario, brusco y sin regalar ninguna embestida. Faena de peso, importante de Sergio Serrano, que a base de valor, poder y sometimiento lo ha cuajado por ambos pitones. En el tramo final del trasteo ha sido volteado el torero de Albacete, por suerte, sin consecuencias. Pinchazo y media estocada algo trasera. Una oreja.
El tercero de la corrida ha sido, seguramente, el toro más complicado del sexteto. Sin fijeza, mirón y reservón, guardándose mucho dentro. No se ha arrugado ante él Francisco José Espada, todo lo contrario, ha tragado una enormidad y se la ha jugado sin cuento, en una labor que ha calado en los tendidos por la verdad y la disposición del matador madrileño. Estocada algo atravesada. Una oreja con petición de la segunda.
El sexto ha sido, junto con el cuarto, el otro toro bueno que ha pisado hoy el coso de Casarrubios del Monte. Noble, con calidad y ritmo en su embestida el de Mariano de León, ha permitido a Francisco José Espada torearlo con mucho temple, con suavidad, tratando siempre de prolongar un tramo más el muletazo. Buen trazo han tenido los naturales ejecutados por el diestro de Fuenlabrada. Al final el animal se ha ido apagando, momento en el que Francisco José Espada se ha metido entre los pitones, llegando a abusar de su dominio y siendo volteado por el burel. Al igual que había ocurrido antes con Sergio Serrano, tampoco en esta ocasión la cosa ha pasado a mayores. Dos pinchazos previos a una estocada algo trasera, han dejado el premio en una sola oreja, a una faena que, sin duda, era de dos.
Gran nivel el mostrado durante toda la tarde por las cuadrillas, tanto a caballo como a pie.
La corrida ha finalizado con la salida a hombros de la terna de matadores.
Imagen: CMMedia